BTT Ruta por los Azudes del Jalón desde Calatorao
Por Pablo • 23 Feb, 2022 • Sección: Mis ExcursionesSe trata de una bonita ruta senderista que es perfectamente ciclable. Sólo tenía que pensar cómo ampliar los kilómetros sin darle mucho desnivel para que Leyre pudiera hacerla, y saliendo desde el apeadero del tren de Calatorao, ya estaba todo organizado. El tren es uno de los protagonistas de la ruta, y los azudes, con el rio Jalón, el otro.
Fecha de realización: 11 de enero de 2022
Distancia: 25 km.
Duración: 3 horas 45 minutos
Desnivel acumulado: 180 m.
Descargar track
Como decía, el tren es uno de los protagonistas, pues aparcamos el coche en apeadero de Calatorao. Desde allí rodamos paralelos a la vía hasta Ricla, y nos dirigimos hacia los azudes del Jalón. Una vez por el desfiladero, nos cruzaremos con la vía del tren en un par de ocasiones. Y el otro protagonista es el río Jalón con su sistema de riego, que se remonta a la antigüedad. Recorreremos varios azudes y rodaremos junto a acequias que canalizaban el agua de riego, generando un valor importantísimo para la agricultura de la zona.
Iniciamos la marcha en el apeadero de Calatorao, a un kilómetro aproximadamente del pueblo.
Rodamos durante 5 kilómetros paralelos a la vía, sin gran valor paisajístico, hasta llegar a Ricla, donde comienza realmente lo interesante. Pero al menos, entre la ida y la vuelta sumamos distancia para poder alargar un poco la ruta. Si decidiéramos caminar, empezaríamos desde Ricla.
En Ricla se encuentra el primero de los azudes, el de la acequia del Rey.
Por un bonito camino, vamos rodando junto al río hasta cruzar el puente de la vía del tren.
El camino se convierte en una senda perfectamente ciclable. Si nos fijamos bien a nuestra izquierda, tenemos por encima de nosotros, la acequia Michen, una importante canalización que nos acompaña buena parte del recorrido, hasta llegar al Palo del Moro.
Leyendas aparte, rodar junto al cortado rocoso, con la acequia Michen colgada sobre la roca a un lado, y el río al otro lado, es un espectáculo inigualable.
A escasos metros del panel informativo, se encuentra la fuente de Juspeña.
Se trata de un manantial que sólo mana cuando el Grío va crecido, pues sus aguas se filtran desde allí hasta el Jalón.
Cruzamos la acequia Michen por el puente de los Granados, observando ahora el volumen de la acequia y la importancia de esta construcción bajo los cortados.
Salimos del desfiladero y conectamos con el camino que viene de la autovía. Nosotros seguiremos dirección hacia los azudes. Aún queda mucha parte interesante.
En un corto tramo nos encontraremos con los azudes de Ricla, Michen y Arapiel.
Tras pasar junto al primero de ellos, el de Ricla, (el segundo si contamos el de la acequia del Rey), nos asomamos a ver un panel informativo sobre aves de la zona.
Y entramos en lo que para mí es la parte más bonita de todo el recorrido, entre los azudes de Ricla y de Michén, en el que vamos rodando por el interior de un bonito bosque junto a la acequia Michén, y cruzando la vía del tren bajo un puente.
Un estrechamiento hace que la senda se eleve, teniendo que empujar la bici por la ladera durante unos metros.
Durante unos pocos metros, atravesamos la única parte que no es ciclable.
A continuación, llegamos a la central de La Luz, que proporcionaba alumbrado a La Almunia. Cuando cayó en desuso, se utilizó para hacer subir el agua a la acequia del Carretillo, a través de las cuatro tuberías que suben por la ladera desde la parte trasera de la central.
Seguimos hacia adelante, cruzamos el río por un puente y emprendemos el ascenso en busca de la pista que regresa a Ricla.
Tras llegar a la parte superior, nos asomamos a un mirador donde podemos contemplar las curiosas formaciones en la roca que hay en el meandro que forma el Jalón. Asimismo, divisamos la central La Luz y las tuberías que salen a su derecha, así como el nacimiento de la acequia del Carretillo, fundamental en la ruta.
Cerca de Ricla, volvemos a cruzar bajo el mismo puente de esta mañana, pero en la orilla contraria.
Desde Ricla, sólo nos queda continuar por el mismo camino de ida hasta el apeadero de Calatorao para finalizar la ruta.