Del Monasterio de San Juan de la Peña al Balcón de los Pirineos
Por Pablo • 22 Jan, 2020 • Sección: Mis ExcursionesPasamos la semana de vacaciones de Nochevieja en Villanúa, acompañados de mi suegra. Aprovechamos para llevarla a visitar el Monasterio de San Juan de la Peña, joya del románico aragonés de visita obligada. Desde este punto hay varias rutas senderistas a miradores, ermitas o incluso al propio Monasterio desde el punto de aparcamiento. Nosotros elegimos la más acorde a la edad de las personas que llevamos, niña pequeña y señora mayor, osea, al Balcón de los Pirineos desde la Pradera de San Indalecio.
Se trata de una excursión muy corta sin apenas desnivel que nos lleva hasta un mirador donde se contempla gran parte del Pirineo occidental. Más impresionante todavía si las montañas se encuentran nevadas.
Fecha de realización: 2 de enero de 2020
Distancia: 1 km.
Duración: 30 minutos ida y vuelta.
Desnivel acumulado: 20 m.
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Al poco de abrir, ya estamos allí para visitar en primer lugar el Monasterio Nuevo. Posteriormente visitamos el Monasterio Viejo de San Juan de la Peña y volvemos al parking de la Pradera de San Indalecio para montar nuestro picnic, disfrutando del anticiclón que en Zaragoza está dejando la semana llena de nieblas.
Con un poco de pereza tras la comida, iniciamos el paseo que parte a la derecha de la entrada del Monasterio Nuevo.
Una estrecha pista y un panel informativo no ofrecen duda.
Según los parámetros de la escala MIDE, la catalogación de cada uno de ellos es de 1 así que animaros a hacerlo.
Tan sólo hay un cruce y está bien indicado.
Tras una recta ligeramente ascendente, llegamos a nuestro objetivo.
El Balcón de los Pirineos, donde con día despejado como hoy se contemplan infinidad de cimas, destacando Bisaurín, Aspe y Collarada como más cercanas.
Merece la pena disfrutar del paisaje un buen rato, junto a los bancos que hay instalados al lado del mirador.
Regresamos por el mismo camino hasta el Monasterio Nuevo y jugamos un rato en el área recreativa antes de volver para casa.
Sin duda una excursión muy recomendable por el poco tiempo y esfuerzo que supone, tras realizar cualquier visita a los Monasterios.