Midi d´Ossau (2.884 m) desde el parking de Aneu
Por Pablo • 16 Sep, 2013 • Sección: Mis ExcursionesSiempre tan característico, llamativo y visible desde gran cantidad de picos que hemos ascendido, pero todavía sin haberlo conquistado. Por fin ha llegado el momento adecuado su subir al Midi d´Ossau, una cumbre que está en los sueños de todo montañero, tan abrupta y salvaje desde cualquiera de sus ángulos, pero menos fiera de lo que la pintan, sin perderle el respeto, claro esta, debido a las tres aéreas chimeneas que hay que superar para conquistar su cumbre y sus casi 100 metros de rapel. (Vista del Midi d´Ossau desde el Portalet, al atardecer, después de conquistar su cumbre).
El Midi d´Ossau es una montaña muy especial, que sin llegar a ser un tresmil, poco le queda. No es una montaña fácil, pero tampoco tan difícil como parece. Hace falta cierta experiencia y material específico. Hay que superar 1.200 metros de desnivel saliendo desde el parking de Aneu en dirección al Collado de Pombie, Refugio de Pombie, Collado de Suzon, superar tres chimeneas y atravesar una sencilla pedrera hasta su cumbre.
Fecha de realización: 14 de septiembre de 2013
Distancia: 16 km.
Duración: 10 horas.
Desnivel acumulado: 1.200 m.
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A las ocho y a las nueve de la noche del viernes salimos de trabajar Leyre y yo. Terminamos de preparar las mochilas, cenamos y a las once salimos hacia el Portalet. Aparcamos la furgo en el parking del Portalet de la estación de esquí de Formigal y dormimos sin ruidos y en la más completa oscuridad a la luz de una noche estrellada en la furgo. Nos levantamos a las seis, comemos un buen plato de pasta caliente, café y a las siete nos dirigimos hacia el parking de Aneu (1.700 m.), pasada la frontera del Portalet. A las 07:15 comenzamos a caminar por la pista que sale del aparcamiento para cruzar el torrente de Aneu y dirigirnos hacia el collado de Pombie.
Ascensión hasta el collado de Pombie vista desde el Portalet (foto por la tarde, tras el descenso).
En una hora remontamos los 400 metros de desnivel hasta el Collado de Pombie (2.100 m). Por fin asoma la figura del Midi por completo.
Desde el Collado de Pombie, nos aproximamos en quince minutos al refugio de Pombie, perdiendo 100 metros de desnivel, para posteriormente volverlos a ganar hasta el Collado de Suzon al que llegaremos en 45 minutos más.
El refugio de Pombie se encuentra ubicado en un entorno precioso, tanto por la belleza de su lago, como por la espectacularidad del pico, ya que se encuentra a sus pies.
A las 09:15 llegamos al Collado de Suzon (2.130 m.). Tenemos que dirigirnos por la cresta herbosa hasta la base del pico, donde desaparece la hierba y comienza la roca. Repasamos la ruta hasta la cima.
A las 09:30 se acaba el sendero y comienza la PRIMERA CHIMENEA, situada un poco a la izquierda de una placa metálica que recuerda a un montañero fallecido. Nos ponemos el arnés, el casco y esperamos turno para subir. A las diez comenzamos a trepar por la primera chimenea, la más corta y menos expuesta de las tres, con un tramo de unos quince metros, pero sin duda la más difícil de ellas.
Los primeros metros tienen buenos agarres y se progresa bien con las manos. La parte final es de roca más pulida, teniendo que agarrar únicamente con las puntas de los dedos y de los pies. La salida de la chimenea es muy traicionera, ya que es una placa muy lisa. A día de hoy, conserva una de las dos barras metálicas que había para agarrarse, puesto que quitaron la otra para filtrar el número de personas que ascendían al pico. Leyre sube sin grandes dificultades, pero yo no escalo y soy más torpe en este terreno. Tengo que colocar el cuerpo varias veces y hacer varios intentos para poder apoyar el pie en el barrote metálico. La supero con el culo bien preto, pero tampoco como para abandonar a la primera de cambio. Si este paso estuviera doscientos metros más arriba con la exposición de las siguientes chimeneas…
Al salir de la primera chimenea, seguimos la senda y mojones hacia la derecha. Un barrote metálico nos ayuda a superar una trepada, pero no es imprescindible. Enseguida llegamos a la SEGUNDA CHIMENEA. El numeroso grupo de franceses con dos niños a los que suben encordados que llevamos delante, apenas nos hace esperar. Suben uno detrás de otro y no pierden tiempo en las reuniones para asegurar, sabiendo en cada momento lo que hacen. Estos sí que son un ejemplo de gente que hace las cosas bien y no lo que más adelante contaré. La segunda chimenea se puede subir por el centro, pero se suele utilizar esa zona para rapelar y subir más a la derecha.
Tiene unos 25 m., es más larga y aérea, pero mucho más fácil, con enormes agarres.
Dejamos al grupo de franceses que suben por la tercera chimenea y siguiendo el consejo de unos españoles que bajan por otra chimenea que dicen que es muy fácil, nos vamos un grupo de seis españoles siguiendo los hitos por otra que está más a la izquierda, abandonando la vía normal. Sin duda esta ruta es mucho más sencilla y menos expuesta, claramente marcada por sendero y mojones, pero en el caso de bajar no hay instalaciones de rápel, aunque es fácilmente destrepable. (Marcado en el track como “alternativa”). Salimos por encima de la cruz del Portillon, a la pedrera Rein de Pombie. No nos podemos quejar, ya que a pesar del tráfico, en una hora hemos superado las tres chimeneas. Ya sólo nos quedan 45 minutos a nuestro ritmo por la pedrera hasta la cumbre.
A las 11:45 hacemos cima de la Punta Francia (2.881 m) y tras las fotos de rigor, a mediodía llegamos a la cima del Midi d´Ossau (2.884 m)
El día es inmejorable, al E: Lurien, Palas, Balaitus, Frondellas, Arriel, Infiernos, Vignemale, Ordesa cubierto por las nubes…
Al S: Collarada, Anayet, Pala de Ip, Punta Escarra, Formigal…
Al SO: Aspe, Llanas, Bisaurin…
Al NO: Mesa de los Tres Reyes, Petrechema, Acherito, Anie…
Repasamos todas las míticas cumbres que hemos ascendido desde las que siempre que ha estado despejado hemos visto la figura del Midi y ahora es al revés, desde el Midi d´Ossau contemplamos todas las cumbres. Repasamos el recorrido realizado y a las 12:30 emprendemos el descenso sin comer, ya que hay bastante gente y con las esperas de los rápeles se nos puede eternizar.
En esta ocasión, vamos a descender por las chimeneas “oficiales”. Tras descender por la pedrera, llegamos a la Cruz del Portillon, que marca la entrada del PRIMER RAPEL o la salida de la tercera chimenea.
La primera instalación de rápel está situada en una piedra a la misma altura de la cruz. No la encontramos, así que destrepamos el primer tramo de la chimenea, por la derecha según se sube, ya que es la más sencilla de las tres.
En el destrepe nos encontramos con la segunda reunión del rápel fraccionado, que se encuentra fuera de la chimenea, en su parte derecha según se asciende. Menos mal que no hemos encontrado la reunión de la Cruz del Portillon, porque Leyre y yo llevamos cuerda de 70 y no nos hubiera dado para llegar hasta abajo, ya que el rápel es de 50. Si rapelas por el centro de la chimenea, que es lo habitual, no encuentras la reunión intermedia al no estar visible.
Estamos realizando el descenso junto con el mismo grupo de españoles que hemos subido por la tercera chimenea “no oficial”. Las otras dos parejas con las que vamos, siguen destrepando. Nosotros vemos un paso un poco delicado, así que preferimos seguir a nuestro ritmo y montamos el rápel, que para algo está instalado.
Después del tiempo que hemos perdido en montar la reunión, rapelar los dos y plegar la cuerda, llegamos al SEGUNDO RAPEL y nos reencontramos con las otras dos parejas a la salida de la segunda chimenea. Todavía están esperando a un grupo que colapsa la reunión. La situación es esperpéntica cuando veo que la última mujer que desciende no ha rapelado en su vida, le tienen que colocar el ocho y le cuesta rato rapelar. Porque no hace frío, no llueve y no hay niebla, que si no… ¡Vamos hombre! ¿La primera vez que repala alguien tiene que ser en el Midi d´Ossau? ¿No se la podían haber llevado al rocódromo? No pasan más cosas porque hoy no tenían que pasar.
Pero aún hay más, ya que las otras dos parejas con las que vamos y tenemos delante también tienen lo suyo. Unos son dos hombres que han venido con una cuerda de 30 sin saber la longitud de los rápeles y sin descensor. Pretenden rapelar 25 metros en simple con una cuerda de 30 en un dinámico y “a una mala dejarla abandonada”, textualmente. Y los otros son una pareja que la mujer tampoco ha rapelado en su vida, aunque al menos para ser la primera vez no se le ha dado mal y el marido “controla”. En fin, para ahorrar tiempo, propongo poner nuestra cuerda, que es la más larga y rapelar todos por ella. Desciendo yo primero, aseguro a todos, incluida la mujer que no sabe rapelar. Cuando han bajado todos, les digo que se vayan a la primera chimenea para montar el tercer rápel, más corto, con su cuerda. Leyre baja la última por la instalación de la derecha. A la izquierda, por el centro de la chimenea, hay otra reunión más precaria. Plegamos la cuerda y nos vamos al tercer rápel.
A lo que llegamos al TERCER RAPEL, primera chimenea, todavía tenemos que esperar turno. Por fin nos toca a nuestro grupo de seis. Montan su cuerda y bajamos todos por ella.
Este sí que es el rápel más difícil de destrepar y más conveniente rapelar.
Con las esperas en los rapeles, nos ha costado tres horas desde la cima hasta las tres chimeneas, más rato de bajar que de subir. Ahora nos dirigimos de nuevo hasta el Collado Suzon y en dos horas más llegamos al parking de Aneu, habiendo parado a comernos el bocadillo en el refugio de Pombie.
Menuda aglomeración.
Nunca hubiera imaginado tanta masificación para subir una montaña. Parece una romeria.
Y eso que no estamos en agosto… Las montañas míticas son así.