Paseo de Los Melancólicos de Canfranc y Búnkeres linea P
Por Pablo • 24 Sep, 2020 • Sección: Mis ExcursionesDesde Canfranc se pueden realizar excursiones muy sencillas para ir con niños y mayores. Nos juntamos con otra pareja de amigos y como llevamos representación tanto de niños como de abuelos, nos decantamos por la del Paseo de los Melancólicos, una sencilla circular sin apenas desnivel. Además, queda complementada por la visita a unos búnkeres construidos ante la posibilidad de una invasión militar desde el sur de Francia, que harán la delicia de los niños.
Fecha de realización: 31 de agosto de 2020
Distancia: 2,5 km.
Duración: Entre una hora y hora y media
Desnivel acumulado: 30 m.
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Podemos aparcar en la estación de Canfranc. Caminamos por la acera junto a la fachada principal, en dirección salida del pueblo, hasta el parking de la salida, desde donde bajamos al antiguo túnel de Somport.
Cruzamos el puente para buscar por la orilla del río el paseo de los melancólicos.
Junto a una pequeña fuente al lado del río, tenemos el camino de subida al propio paseo.
Aquí hay varias alternativas, como el camino al coll de ladrones.
Nosotros vamos dirección S por la agradable pista construida aprovechando el talud de contención sobre la playa de vías, con magníficas vistas de la olla de Estiviellas.
La mayor parte de la pista discurre por la sombra, bajo un tupido bosque por el que el barranco de Epifanio cruza bajo nuestros pies.
Tras dejar atrás la estación, la pista pierde algo de altura, al aproximarse a la zona de búnkeres.
Los búnkeres se encuentran a pie de pista, pudiendo entrar los niños a explorarlos sin problemas.
Aunque se encuentran a pie de pista, están bien camuflados, cumpliendo bien su misión.
Por lo que hay que estar atentos para no perdérselos.
Conviene llevar una linterna para que se aventuren a entrar al interior.
Sin duda es la parte donde los niños mejor se lo pasan.
Ya en la parte final, cruzamos la tubería que viene de la pista del carretón.
Y llegamos de nuevo a Canfranc, junto a la central eléctrica de la entrada del pueblo. Por la acera en sentido ascendente nos queda regresar de nuevo hasta la estación, donde hay un parque infantil en el que los niños pueden jugar un rato.
Mientras las niñas juega, los mayores hablamos relajadamente y comemos unos frutos secos sentados en la sombra, antes de volver a Villanúa para la comida.