Pavots (3.121 m) y Diente Royo por la ladera occidental desde Viados. Ruta directa.
Por Pablo • 10 Oct, 2014 • Sección: Mis ExcursionesA final de mes me toca organizar la salida con el club al Pico Pavots. La ruta normal por la GR-11 tanto desde el Angel Orus como desde Viados, es bastante sencilla, así que me dio por mirar el libro de Alejos y vi una ruta directa por la ladera occidental que tenía muy buena pinta. El libro la describe como una ruta penosa y sin balizar, llena de edesweiss y sin gente que se asome a buscarlas, inestables pedreras, buscando los pasos más practicables sin el apoyo de señalización… Vamos, que tenía que explorar esta ruta para ver si se podía llevar a gente del club allí.
Me acompañó Diego y conseguimos dar con los pasos y la ruta. No es complicada pero tiene un tramo muy expuesto de unos diez minutos que desaconseja llevar a gente con poca experiencia por allí. En caso de caerte, hay cortados de varios cientos de metros. Salimos el sábado por la tarde con mi furgo y dormimos en el parking del refugio de Viados. Finalmente, realizamos la ascensión al Pavots por la ladera occidental y por no volver por ese tramo tan expuesto, hicimos una circular haciendo también otro tresmil de la cresta, el Diente Royo. Y regresamos por la GR-11 desde el Collado de Eriste.
Fecha de realización: 5 de octubre de 2014
Distancia: 17 km.
Duración: 9 horas
Desnivel acumulado: 1.500 m.
Descargar track A día de hoy, dudo que haya tracks en wikiloc. De hecho, no he conseguido ni encontrar una reseña clara en internet.
Nada más que empieza a haber un poco de claridad, antes de las ocho de la mañana, nos ponemos en marcha. Nos espera una dura jornada. La Cresta de las Espadas y nuestra cumbre, frente a nosotros están cubiertas. Luego despejará tímidamente.
Bonito lugar con las bordas de Viados.
Nos dirigimos por la GR-11 dirección al Collado de Eriste. Al salir del bosque, justo antes del desvío al ibón de Millares, nos desviaremos.
Pero para eso aún nos queda. Antes cruzamos el Zinqueta de Añes Cruces y nos metemos bajo el bosque.
A la hora de marcha, atravesamos una fuente ferrosa sobre una piedra en el camino. Al poco, aparece ante nosotros una vaguada (cota 2.050) donde confluyen los barrancos de la Ribereta y de las Tuertas. Este punto, nos permite la visión del contrafuerte sobre el que tendremos que caminar. Se trata del paso más expuesto de la ruta, ya que por debajo de él, se desploma el barranco de las Tuertas. Para llegar ahí, aún tenemos que seguir por la GR-11.
Aproximadamente a las dos horas de marcha, sobre la cota 2.200, termina el bosque, desaparecen los árboles y a lo lejos podemos distinguir un cartel indicador (se trata del cartel del Ibón de Millares). Pues bien, nosotros nos desviamos ya directos a la base de la muralla que tenemos a nuestra izquierda. Comienza el flanqueo dirección N, despareciendo las marcas e indicios de vida.
No se trata de trepar, sino de flanquear la muralla por donde nos parezca. No hay un paso mejor que otro y hay que tener mucho cuidado ya que la roca se rompe con mucha facilidad. Son lajas muy finas que se van al tirar con la mano. Colocamos con mucha cautela los pies en las mejores repisas pero son muy estrechas. Se trata de unos diez-quince minutos así, no excesivamente complicado, pero realmente expuesto. Si una piedra falla o te resbala el pie, no se si llegarías a parar o no. Eso es lo que a mi juicio falla del libro de Alejos, que no explica esta exposición. Desde luego, para salida de club, queda descartada la ruta.
Nada más superar el muro, una gran explanada de edelwiss domina un bonito rincón (también indicado en el libro de Alejos). A nuestra izquierda nos seguirá acompañando el torrente y por encima, se abre ante nosotros el valle bajo la cresta de las Espadas que nos llevará hasta el collado del Pavots.
Toca remontar ahora todo el valle.
Hasta una especie de collado por una pedriza muy incómoda. Tras ese collado ya veremos la cumbre.
Nos asomamos a los cortados de nuestra derecha y sorprende la verticalidad a nuestros pies. Ibones de Millares y Lenes y sobre ellos, los Eristes.
Desde el collado anterior, ya vemos lo que falta hasta arriba. Esto está hecho.
Esta parte es realmente incomoda ya que la progresión por esta pedriza es lamentable.
Un vistazo atrás.
Y toda la subida que llevamos.
Lo conseguimos, en cinco horas llegamos a la cima del Pavots (3.121 m.) Media hora más de lo que indica el libro de Alejos. Detrás toda la cresta de las Espadas hasta el Posets. Mucho cuidado de iniciar esta ruta en sentido contrario, ya que la lógica nos haría comenzar a descender del collado hacia abajo. Acabaríamos en unos cortados sin salida. Hay que descender pero en diagonal bajo la cresta y ya sin ninguna duda daremos con el valle que desciende.
Abajo, el ibón de Llardaneta y la que se está armando en la ruta del Angel Orus.
En la otra vertiente, el ibón de Millares con los Eristes a su izquierda.
Decidimos regresar por el Collado de Eriste y hacer la ruta circular, así que descenemos por la cresta dirección SE y hacer el Diente Royo.
Cima del Diente Royo (3.010 m) con el Ibón de Llardaneta a un lado y la Cresta de las Espadas al otro.
A partir de aquí, la cresta se pone muy vertical, así que descendemos hacia Llardaneta y bordeamos la cresta por las pedreras de su base. Acabamos saliendo a escasos metros del Collado de Eriste. Ya estamos de nuevo en la GR-11.
De la cima del Pavots a la cima del Diente Royo por la cresta y el descenso hasta el collado hemos tardado una hora.
Desde el collado, ahora descenderemos por toda la vertiente contraria a la de subida.
De nuevo hasta Viados, al fondo del valle.
Tras un largísimo descenso, por fin llegamos después de nueve horas de ruta.
A diferencia de esta mañana, ahora está algo más despejado y con buena luz, lo que nos permite identificar parte de la ruta.
La parte expuesta queda oculta tras los árboles y va justo bajo la montaña con forma de pliegue.
Con más zoom ya se va identificando la pedriza tan incómoda. En algunos momentos, la ruta asoma sobre los impresionantes cortados de Millares.
Y lo que comentaba antes, mucho cuidado en caso de hacer la ruta al revés, ya que la tendencia habitual desde el collado del Pavots sería descender directos hacia abajo y acabaríamos metido en unos cortados sin paso. Hay que trazar una diagonal bajo la cresta de las Espadas y una vez entonces, seguir valle abajo por la pedriza.