Trümmelbachfälle (la mayor cascada subterránea de Europa)
Por Pablo • 12 Aug, 2013 • Sección: Mis ExcursionesTras nuestra entrada en Suiza ayer por la tarde después de un día de viaje, iniciamos nuestra andadura por el país acudiendo a la zona de Interlaken, más concretamente en el valle de Lauterbrunnen. Comenzaremos visitando los saltos del Trümmelbach, considerados como la mayor cascada subterránea de Europa. Las cataratas nacen en el hielo y la nieve eterna de los muros norte y oeste del Mönch (4099 m), el Jungfrau (4158 m) y el Eiger (3970 m).
Antes de comenzar a explicar nada, coloco el video, que hace más justicia que las imagenes.
Pero antes de comenzar a hablar de las cascadas propiamente dichas, merece la pena nombrar la cascada de Staubbach (Staubbachfall), en el bonito pueblo de Lauterbrunnen, por el que pasamos con el coche y sin necesidad de separarnos de la carretera la podemos fotografiar.
Ahora sí, seguimos carretera adelante y a 6 km de aquí, llegamos al aparcamiento de las Trumelbachfalle. La entrada cuesta algo menos de 10 euros por persona y el recorrido completo se puede visitar en menos de una hora.
El recorrido consiste en la visita de las cascadas a través de unos diez miradores por escaleras y túneles. Se puede realizar integramente andando, aunque resulta aconsejable subir por un ascensor que supera una altura de 100 metros.
El ascensor se eleva unos 100 metros en una pendiente de aproximadamente 45 grados. Puede llevar a unas 40 personas en un minuto.
La vista del valle tras salir del ascensor resulta espectacular, podemos apreciar a nuestra derecha el pueblo de Lauterbrunnen y de nuevo, la bonita cascada de Staubbach.
Pero hasta ahora, aún no hemos visto nada, ahora comienza lo bueno. A la salida del ascensor iniciamos el recorrido, tomando las escaleras en sentido ascendente, para visitar las cascadas de la 6 a la 10.
La cantidad de agua que pasa por las cataratas varía según la época del año. En invierno no se trata más que de un pequeño arroyo. Sin embargo, en la época veraniega, cuando la nieve y el hielo de los glaciares del Mönch, el Jungfrau y el Eiger se derrite, pueden llegar a pasar 20000 litros por segundo. Por fortuna, nosotros las contemplamos en todo su explendor.
A través de las escaleras excavadas en la roca, nos asomamos a todos y cada uno de los balcones para ver la caída de agua, siendo el ruido cada vez mas ensordecedor a medida que subimos.
En los miradores más altos es imposible asomarse sin mojarse, ya que el agua cae con tanta fuerza que salpica en todas direcciones. La verdad es que las fotos no hacen justicia a la belleza del recorrido.
Volviendo de nuevo por el mismo recorrido hasta el ascensor, iniciamos ahora el descenso para contemplar las cataratas de la 5 a la 1, pero esta vez por las escaleras, ya que si volviéramos en ascensor, nos perderíamos el recorrido.
Este tramo de descenso es más abierto que el de los miradores superiores, aunque los pasillos y escaleras no dejan de ser estrechos en algunas zonas.
Último salto de agua, antes de que la cascada glaciar fluya tranquilamente convirtiéndose en río.